Hoy me pregunté ¿qué es
Latinoamérica? Y me di cuenta que no es solo violencia.
Latinoamérica es un gran espacio
geográfico, rico y fabuloso. Lleno de historia, tradición, mitos y verdades
históricas. Es un lugar variopinto, pluricultural y en donde sus identidades
siguen en continua redefinición. Es la que se construyó de a pocos en un
territorio universal, complejo, rugiente. Es la que tuvo sus propios procesos
civilizatorios y la que se incorporó en la historia occidental, en ese primer
proceso de globalización del que habla Gruzinski.
Entonces,
ver una exposición como la de la Fondation Cartier para el Arte Contemporáneo,
no me gusta. Suena a una lógica pueril, pero no es así. La muestra llamada
“América Latina. Photographies. 1960-2013” muestra una América Latina violenta
desde la imagen de su cartel promocional.
Visitando
las salas, nos enfrentamos a fotos que hablaban de desaparecidas, de muertes y
muchas más muertes, de desnutrición, pobreza y atraso. Y nos sentimos chocadas.
De hecho, surgieron varias reflexiones en ese transitar irritado. Una de ellas
fue ¿por qué presentar una exposición de ese tipo, en París, en un momento en
que América Latina vive un proceso de cierta estabilidad? ¿Qué vehiculización
hay detrás? ¿Qué visión se trasmite, entonces, a los visitantes –en su
mayoría franceses- sobre América Latina? ¿Es acaso un sitio invivible?
En
la muestra, pude ver algunas obras de artistas peruanos (de hecho en la parte
donde se consigna la presentación de un documental, se explica que este fue
realizado pasando “de Buenos Aires a México, pasando por Caracas, la Habana e
incluso Lima”… claro Lima recién viene a ser considerada en el circuito
internacional del arte contemporáneo…). Entre ellas vi Evaporados, pero también obras de Milagros de la Torre y unas
maravillosas imágenes que transmiten una noción fuerte de nostalgia, de Bill
Caro. El Neo Museo Inka de Susana Torres fue el que nos arrancó una sonrisa de ternura entre
tanta desolación expuesta.
Pienso que el proceso de definición de nuestras identidades
–esta no es única y homogénea en Latinoamérica- es un proceso convulsionado per se y que se enraíza en los procesos
de colonización que hemos vivido y de los que también nos hemos nutrido. No
obstante ello, no podemos seguir exportando una idea de América Latina basada en
lo negativo, en lo paupérrimo o en lo kitsch,
como si fuera una característica excluyente de los lugares periféricos. Tampoco
debemos solo ser presentados como el souvenir exótico de esa parte del mundo
que sigue siendo “mágica”. Es decir, ¿por qué se nos debe seguir mirando con
esa visión del “otro”, pero del otro que
ha sido construido por el occidental? América Latina debe ser vista y entendida
con una mirada horizontal, respetando, en esa comprensión, sus propias
esencias, pero no presentándola “en sociedad” como un espacio carcomido. Su convulsión
–en todas las sociedades existe un nivel mayor o menor de esta-, sin embargo,
puede generar imágenes, también, sublimes.
Aquí el documental producido por la fundación, que acompaña la muestra. Espero sus comentarios.
http://youtu.be/OK1vljrx-qU
No hay comentarios.:
Publicar un comentario