Después de las fiestas y de muchas lunas sin escribir, me vinieron ganas de poner al día este blog. Y qué mejor que contándoles sobre un museo que tenía pendiente de descubrir, al sur del Perú: la casa-museo "Mario Vargas Llosa", en la siempre encantadora Arequipa.
Mi deseo venía dado por dos razones: la primera, por la emoción y el magnetismo que siempre han generado en mí, las obras de este escritor, desde que lo descubrí con la lectura de "La ciudad y los perros", allá en mis años escolares. La segunda, por ser considerado este "un museo virtual" y ya haberme confrontado a este tipo de propuestas, con el Museo Metropolitano de Lima; por lo que mi ánimo iba, también, por el lado de sacar mis propias conclusiones sobre esta segundo trabajo museográfico de Iguana producciones.
Primera sala del museo. |
Ubicado a escasas cuadras de la plaza de Armas de la ciudad blanca (Av. Parra 101), se halla la casa en que viviera algunos años, nuestro nobel. Debo señalar que no todo el mundo supo darme una información clara de cómo llegar (algunos lo confundían con la Biblioteca Vargas Llosa, en pleno centro histórico), pero finalmente llegamos.
La visita fue dirigida por un guía que nos dio gran cantidad de información sobre el escritor, sus obras y los personajes que forman parte fundamental de su vida y han inspirado, indudablemente, sus escritos; así como también sobre las diferentes facetas del humanista, incluida la política.
Dispositivo expográfico que permitía visualizar el momento del alumbramiento de Vargas Llosa. |
Máquina de escribir que habría regalado el abuelo de Vargas Llosa, al escritor, en sus primeros años. |
Ediciones de sus obras en otros idiomas. |
Por otro lado, nos queda aún duda de la pertinencia del nombre de "museo virtual". Si vamos a los Conceptos claves de Museología de André Desvallées y Francois Maraise, lo correcto sería hablar de un museo cibernético para aquellos que se alojan en la web (lo cual nos aleja de la idea de que un museo debe poseer objetos reales o musealias). Y añaden que muchas veces se utiliza ese término, para hacerse referencia a los cíber museos, siendo, por ende, incorrecto ya que un "museo virtual" es el que está en posibilidad (o en "potencia") de existir, pero que no es aún una realidad. Por ende, el hecho de hacer uso de toda la tecnología posible para hacer más "divertido" o más espectacular un museo, no lo convierte en un "museo virtual o cíber museo". Esto es solo parte de la modernización de los dispositivos museográficos que muchas instituciones de este tipo, emplean por todo el mundo.
Fuera de esta pequeña reflexión sobre su denominación, realmente nos resultó penoso no verlo pleno visitantes, de todas las edades y procedencias. ¡Cuánta potencialidad tienen los museos a través de las actividades educativas y culturales para acercarnos a la cultura y, en este caso, a la literatura, mucho más siendo uno de las pocas casas-museos dedicados a nuestros literatos (a parte de la fabulosa Casa de la Literatura Peruana y sus geniales actividades y exposiciones) y siendo necesario incrementar nuestra avidez por la lectura!
Me quedé con tristeza, por otra parte, de no poder adquirir algún souvenir, pero salí renovada, con ganas de seguir descubriendo los fascinantes mundos a los que nos lleva el nobel en su literatura, sus recreaciones de la historia nacional, las reflexiones sobre nuestra realidad y las enseñanzas que la vida de todo hombre apasionado por su vocación, así como su tránsito vital, nos dejan.
En el "universo" Vargas Llosa (o en parte de su recreación) |